jueves, 7 de junio de 2012

Personajes Ilustres

Luis E.Valcárcel Vizcarra
Para orgullo de los ileños nace en esta tierra un 8 de febrero de 1891. Al cumplir un año sus padres se trasladaron al Cuzco en donde creció, se educó y vivió 38 años, hasta que en 1930 viaja a la ciudad de Lima. Su obra como investigador se inicia en 1916, con su tesis Del Ayllu al Imperio publicada dos años después. En 1917 fue nombrado catedrático de Historia del Perú y de Historia de arte Peruano en la Universidad San Antonio Abad del Cuzco. Ejerció simultáneamente el periodismo siendo Director de El Comercio en esa ciudad, colaborando además en los diarios El Sol, El Sur y La Revista Universitaria. Participó en la polí­tica, siendo candidato a Diputado en 1914 y en 1919 como dirigente del Partido Liberal. Elegido diputado por Chumbivilcas no pudo incorporarse por la disolución del Congreso a raíz del golpe de estado por Leguía en julio de1919. En Lima ejerció la dirección del Museo Bolivariano y del Museo de Arqueología Peruano. Al cumplir los 70 años fue designado Director de los museos nacionales. Desempeñaba el decanato de la Facultad de Letras en San Marcos desde 1956 a 1961. Años antes habí­a sido Ministro de Educación de 1945 a 1947 en el gobierno de José L. Bustamante y Rivero. En su fructíera vida como periodista, historiador e investigador fue condecorado con la Orden del Sol, Cruz del Ejército, La Medalla de la Cultura, Las Palmas Magisteriales del Perú, La Legión de Honor, La Orden del Mérito de Italia, entre otras. Entre sus principales obras figuran Tempestad en los Andes, cuyo prólogo fue escrito por José Carlos Mariá¡tegui, señalando que en este libro, Valcárcel nos ofrece una visión animada del presente autóctono, la formación de una nueva conciencia indígena. Sus libros De la Vida Incaica y Del Ayllu al Imperio son un comienzo de la reivindicación del indio peruano. Valcárcel, que no parte de apriorismos doctrinarios, nos ofrece un trabajo natural y espontáneo de conocimiento y penetración del problema indí­gena. Entre otros trabajos indí­genas tenemos: Historia de la Cultura Antigua en el Perú, Ruta Cultural del Perú, etc. A los 96 años, un 27 de diciembre fallece en la ciudad de Lima. Su fama ha rebasado los linderos del Perú y sus obras forman parte de las mejores bibliotecas del mundo.


Domingo Nieto y Márquez
Nació en Ilo, en la hacienda Chiribaya, un 5 de agosto de 1803, hijo de Domingo Nieto Hurtado de Mendoza, tesorero perpetuo del tribunal de la Santa Cruzada de Arequipa, y de María del Carmen Márquez. Pertenecía a la ilustre familia de los condes de Alastaya. De su infancia se conoce muy poco, es probable que casi toda su niñez y juventud transcurriera en Moquegua. Muy joven, se incorporó a la avanzada del Ejército Libertador, que llegó a Moquegua bajo el mando del teniente coronel Guillermo Miller en mayo de 1821. Poco después tuvo oportunidad de participar en el combate de Mirave, el 22 de mayo, y en atención a su comportamiento se le ascendió a teniente de caballería el 5 de junio. Durante la Primera Expedición a Intermedios, se halló en las batallas de Torata y Moquegua (enero de 1823). Ascendido a capitán, concurrió a la Segunda Campaña de Intermedios, formando en las filas del Regimiento Lanceros de la Guardia, en diciembre de 1823. Luego, al lado del general José de La Mar, se distinguió durante la campaña libertadora de Bolívar: estuvo en la batalla de Junín (6 de agosto de 1824) y en la de Ayacucho (9 de diciembre del mismo año). A continuación hizo la campaña de pacificación conducida por el mariscal Antonio José de Sucre hacia el Alto Perú, participando en la toma de Potosí (1825). Concurrió luego al Segundo Sitio del Callao, hasta la capitulación del 23 de enero de 1826. Promovido a teniente coronel, efectuó la campaña contra los rebeldes iquichanos en 1827 y, al frente del Primer Regimiento de Húsares de Junín, participó en la Guerra contra la Gran Colombia (1828-1829). Durante la batalla del Portete de Tarqui (27 de febrero de 1829), encabezó una acometida de los húsares para contener el ataque de la caballería grancolombiana y ante ambas fuerzas, sostuvo un combate singular con el comandante José María Camacaro, a quien atravesó con su lanza. Promovido a coronel el 24 de diciembre de 1829, tuvo a su cargo una brigada de caballería durante la campaña que el presidente Agustín Gamarra condujo hacia la frontera con Bolivia (1831). Al finalizar el mandato de Gamarra y debiendo la Convención Nacional (asamblea legislativa) elegir un presidente provisorio, Nieto fue propuesto como candidato, compitiendo con Pedro Pablo Bermúdez y Luis José de Orbegoso; éste último resultó electo. Nieto fue ascendido a General de Brigada el 6 de diciembre de 1833; tenía entonces 29 años. Se hallaba en Arequipa cuando se produjo el pronunciamiento del general Bermúdez contra Orbegoso; Nieto, fiel a sus principios de la defensa de la autoridad legal, asumió la comandancia militar del departamento el 12 de enero de 1834 y organizó la resistencia. Enfrentó a las fuerzas rebeldes en Miraflores, el 2 de abril, y en Cangallo, el 5 de abril, acciones que le fueron desfavorables. Finalizada la contienda tras el Abrazo de Maquinhuayo, el 24 de abril, ejerció la jefatura política y militar de los departamentos del sur. Promovido a General de División en julio de 1834 (ascenso que rechazó, pues consideraba que era inadmisible que se diera luego de una guerra civil), pasó a Lima, donde asumió la Inspección General del Ejército, y en tal virtud dirigió las operaciones contra un motín efectuado en las fortalezas del Callao el 1 de enero de 1835. Pero allí se produjo enseguida el pronunciamiento del general Felipe Santiago Salaverry (23 de febrero), quien dispuso la prisión de Nieto. Desterrado a California a bordo de la goleta Peruviana, Nieto logró reducir a la tripulación merced a dos pistolas que le envió sus esposa escondidas en un atado de ropa. Desembarcó en Huanchaco (norte peruano) y organizó una vez más la defensa de la autoridad legal. Pero no logró reunir muchas tropas y decidido aún así a enfrentarse a Salaverry, sus propios oficiales y soldados lo apresaron y lo entregaron a dicho caudillo. Salaverry le ofreció la jefatura del ejército e incluso la Presidencia, a cambio de ponerse a sus órdenes, pero Nieto se negó: no podía servir a un gobierno ilegítimo. Salaverry lo desterró entonces a Chile. Al enterarse de los arreglos entre el presidente boliviano Santa Cruz y el general Gamarra para invadir el Perú, Nieto regresó y se presentó en Arequipa ante el presidente Orbegoso poniéndose a su servicio (4 de agosto de 1835). Pero enterado del pacto de Orbegoso con Santa Cruz por el cual se autorizaba la invasión boliviana al Perú, no vaciló en condenar esta decisión y trató de convencer tanto a Orbegoso como a Santa Cruz para que se sometieran a las decisiones de un Congreso Nacional; estaba además, en contra de la división del Perú y de la federación con Bolivia. Su propuesta fue desoída, por lo que desengañado se embarcó nuevamente para Chile, viviendo un tiempo en Santiago y Valparaíso. Vuelto a Lima en febrero de 1836, insistió con Orbegoso para persuadirlo de que se apartara de Santa Cruz, pero no lo logró. Aceptó sin embargo el cargo de ministro plenipotenciario en Ecuador; pero no alcanzó a desempeñarlo, y quedó como prefecto y comandante general del departamento de La Libertad. Establecida la Confederación Perú-Boliviana encabezada por Santa Cruz, Nieto reconocía solo la autoridad legal de Orbegoso, quien en 1837 fue elegido presidente del Estado Nor-Peruano, creación geopolítica que junto con el Estado Sub Peruano y Bolivia integraba dicha Confederación. Sin comprometerse con el régimen santacrucista, Nieto se puso al servicio de los pueblos, cuyo sentimiento trató de auscultar, y al mismo tiempo organizó fuerzas nacionales. Finalmente, decidió alzarse contra Santa Cruz y proclamó la libertad del Estado Nor-Peruano, el 30 de julio de 1838. Orbegoso, indeciso al principio, terminó por plegarse a dicha causa. Al producirse el arribo de la expedición restauradora chileno-peruana, esta quiso aliarse con las fuerzas orbegosistas para luchar conjuntamente contra el ejército de Santa Cruz. Pero Orbegoso, Nieto y Vidal rechazaron tal alianza al ver en los chilenos una nueva amenaza contra la independencia nacional. Los restauradores avanzaron sobre Lima y pese a la oposición de Nieto (quien temía con razón la superioridad numérica del enemigo) se trabó el combate de Portada de Guías el 21 de agosto de 1838. Los orbegosistas fueron derrotados y Nieto se refugió en el Callao para salir luego voluntariamente al destierro con destino a Guayaquil. Fue borrado del escalafón el 25 de marzo de 1839, por lo que escribió una larga memoria para defender su conducta. Decidió volver al Perú cuando Santa Cruz, ya derrotado y prófugo, se refugió en Ecuador. Nieto se reincorporó al ejército el 7 de diciembre de 1841, en momentos en que el Perú afrontaba la invasión boliviana luego del desastre sufrido en Ingavi, donde murió el presidente Agustín Gamarra. Hecha la paz con los bolivianos, Nieto ofreció su apoyo a la autoridad constitucional del general Juan Francisco de Vidal contra el pronunciamiento del general Juan Crisóstomo Torrico y, triunfante en la batalla de Agua Santa el 17 de octubre de 1842, fue proclamado Gran Mariscal. Bajo la presidencia de Vidal fue destinado a la prefectura de Moquegua, asumiendo también el comando militar de los departamentos del sur. Al triunfar en Lima el movimiento militar acaudillado por el general Manuel Ignacio de Vivanco, se negó a prestar juramento al nuevo gobierno, por considerarlo usurpador, y optó por dedicarse a las labores agrícolas en una hacienda cercana a Lima. Fue enviado al destierro, rumbo a Chile, pero interrumpió la travesía y desembarcó en Arica. El 17 de mayo de 1843 inició la reacción constitucional en Tacna, contando con la colaboración del general Manuel de Mendiburu, a la que se sumó el apoyo eficaz del general Ramón Castilla, que se había sublevado en Tarapacá; todos ellos desconocieron la autoridad de Vivanco a favor de Justo Figuerola, el gobernante legítimo, y proclamaron la vigencia de la Constitución de 1839. Nieto triunfó luego sobre las fuerzas vivanquistas en Pachía, cerca de Tacna, el 29 de agosto de 1843 y en San Antonio, cerca de Moquegua, el 28 de octubre. Dominó todo el sur del Perú, con excepción de Arequipa, inquebrantable en su vivanquismo. En Tacna fue instalada una Suprema Junta de Gobierno Provisorio de los Departamentos Libres (3 de setiembre), cuya presidencia asumió Nieto, con el exclusivo propósito de restablecer el imperio de la constitución. Nieto se trasladó al Cuzco y se hallaba en plenas funciones cuando su enfermedad del hígado se le agravó y falleció repentinamente, el 17 de febrero de 1844. Tenía apenas 40 años de edad y se dice que entonces corrió el rumor de que fue envenenado.


Américo Garibaldi Ghersi

El Dr. Américo Garibaldi Ghersi, nació en Ilo (Moquegua) el 16 de Enero de 1893, hijo de Don Cayetano Garibaldi, próspero comerciante de nacionalidad Italiana y de la dama Rosa Ghersi. Realizó sus estudios primarios y secundarios en Lima, en el “Instituto de Lima", al egresar de dicho centro, se matriculó en la Facultad de "Ciencias de la Universidad Mayor de San Marcos", para seguir los estudios correspondientes y poder ingresar a la Facultad de Medicina de "San Fernando" Culminando sus cursos de preparación, el año 1909, se matricula en la Facultad de Medicina en donde estudia sólo tres meses. En el año 1913 viaja a Francia, para seguir estudios en la Sorbona, de allí se trasladó a Ruán en Normandía, matriculándose en la Facultad de Ciencia e Instituto de Química Industrial, graduándose en Tecnología Química, sin embargo dicho Título jamás lo utilizó a nivel profesional, sirviéndole eso sí para algunos casos, en el campo de las investigaciones y profesión Médica en París 1923 se graduó de Médico, a la edad de 30 años con la tesis "Insuficiencia Tiroidea e Inmunidad", siendo premiada por ella por la Facultad de Medicina de Paris con la Medalla de Tesis". Desde años antes de culminar su carrera medica inició sus investigaciones en Biología y ya profesional su inquietud experimental la extendió al campo de la endocrinología y del Cáncer llegando a conclusiones que tuvieron final aceptación en el mundo científico, después de grandes polémicas que las mismas suscitaron entre los profesionales de la especialidad en Holanda, Bélgica, Francia, Alemania, Japón, Estados Unidos y Sudamérica. El Dr. Garibaldi había descubierto que contrariamente a lo que se pensaba hasta 1920, “ la insuficiencia tiroidea favorecía en ciertos casos, la defensa del organismo frente a infecciones". Esta teoría fue confirmada por el Profesor Frederico de la Universidad de Lieja (Bélgica), había ordenado a su alumno V. Clevers, que efectuara las investigaciones correspondientes dando como resultado el estar de acuerdo con lo planteado por Garibaldi, las investigaciones del Dr. Garibaldi habían servido para que el Dr. Coulant en Francia, siguiera sus tentativas de "Terapia Endocrina de la Tuberculosis", y a su vez servían también al Dr. López Lomba en sus estudios sobre "Fisiología Patológica de las Avitaminosis". Dichos estudios culminaron por parte de éstos médicos con la presentación de "Glándula Tiroides y Tuberculosis" y la "Avitaminosis", En trabajos realizados por el Dr. Garibaldi con el Dr. Gautrolet, se había puesto por primera vez, "Las relaciones entre el sistema nervioso vegetativo y las reservas suprarrenales de la adrenalina", trabajo éste que fué una contribución original de la "Fisiopatología de las Emociones", dando lugar a que se prestase la debida atención a ese organismo. Un método serológico para el diagnóstico del embarazo y del cáncer, fue presentado en el Congreso Panamericano de 1925 y después de cuatro años de acuciosas investigaciones sobre uno de los mayores azotes de la humanidad, publicó 1937 "Mecanismos probables de cancerización" y una tesis también sobre el cáncer, optó el doctorado en la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima.- Médico, Catedrático, Científico e indesmayable investigador fue aceptado como sabio en los círculos científicos de Europa en donde sus publicaciones constituyen valorativa fuente informativa sobre los temas que trató. Después de una prolongada ausencia, vuelve a su tierra natal, en donde permanece por espacio de 8 meses poniendo sus servicios profesionales a disposición de sus paisanos. Finalizada su estadía en Ilo se dirige nuevamente a Lima en donde fue médico personal del Presidente Augusto B. Leguía y años después del General Oscar R. Benavides. Durante el Gobierno del General Luís M. Sánchez Cerro, se le comisionó para que representara al Perú en los Congresos Científicos a realizarse en Roma y luego en Berlín. Aprovechando sus continuos viajes realiza estudios sobre la Malaria para ello trabajó durante 2 años en el Instituto de Patología Exótica de París, Instituto de Malariología de Roma. En el año de 1935 se publican sus trabajos en el "boletín de la Dirección de Salubridad Pública" en las cuales exponía las proyecciones terapéuticas y médico- sociales del problema y las bases teóricas fisiopatológicas y farmacodinámicas de un nuevo método de tratamiento de la Malaria (Asociación de la acidosis y los esplenomotores a los quimioterápicos) concebido y aplicado por el Dr. Garibaldi. Este mismo año viajó a Chile en representación del Perú para concurrir al Congreso Internacional de Cancerología celebrado en Santiago. En 1936 viaja a Estados Unidos para seguir realizando investigaciones del Cáncer en el Instituto de Rockefeller de New York; en esa misma época se publica su libro "Mecanismo Probable de la Cancerización". Gracias a sus investigaciones descubrió una vacuna inmunizante para el cáncer, este descubrimiento le valió para que en Estados Unidos se le conociera como el científico más calificado en los estudios que se realizaban para la cura definitiva del Cáncer. Siendo el primer cancerólogo que acepté en su seno la Forthan University, poniendo a su disposición sus magníficos laboratorios. Estaba dedicado con gran ahínco a perfeccionar la vacuna inmunizante contra el Cáncer, cuando a consecuencia de una Neumonía, fallece el 21 de Diciembre de 1938, a la temprana edad de 45 años cuando la Ciencia esperaba mayores aportaciones de su previligiado cerebro y de su experimentada inquietud, y años des- pués en Abril de 1948 sus restos mortales fueron traídos a Lima y velados en la Facultad de Medicina de San Fernándo recibiendo el homenaje de muchos profesionales amigos, alumnos que fueron receptores de sus profundos conocimientos científicos o recibiendo sus acertadas prescripciones curativas. Américo Garibaldi Ghersi había contraído matrimonio con la dama Moqueguana Rosa Flores Córdova el 25 de Diciembre de 1929 habiendo dejado a su fallecimiento cuatro hijos Rosa (Diplomática), Américo (Médico) Gaetano (Ingeniero Civil) y Pablo (Ingeniero Agrónomo). Ilo su tierra natal perpetúa su nombre con una de las principales urbanizaciones y el centro educativo del distrito de Pacocha en Ilo lleva con mucho orgullo su nombre, el cual sirve de luz, para que las juventudes que en el se forman lleven en su espíritu el deber de emularlo.

Juana Mercedes Cabello Llosa de Carbonera
Nació en 1843 en la ciudad de Moquegua un 07 de febrero de 1845; sus padres fueron don Gregorio Cabello y doñaa Marí­a Mercedes Llosa; tuvo una excelente formación por parte de su padre y su tío que en los años 30 del siglo XIX habían viajado por Francia, trayendo una respetable biblioteca. Mercedes recibió lecciones con maestros privados que le enseñaron bien el francés, motivo por el que más tarde siempre se podría enterar en seguida de las corrientes literarias más recientes en Francia, con autores modelo tales como Honoré de Balzac y Émile Zola. A los 20 años se va a Lima, donde vive en casa de un tío cosmógrafo mayor de la República. A la edad de 22 se casa con el médico Urbano Carbonera; el matrimonio es poco feliz y no tiene hijos, el marido más tarde se convertiría en jugador y tipo donjuanesco. Se separaron y él se fue a vivir a Chincha. De joven ella asistió a las tertulias de la argentina Juana Manuela Gorriti donde aprendió el arte de novelar, es decir, escribir novelas. Si Gorriti era conocida por su romanticismo, Cabello de Carbonera abandonó esta escuela para cultivar el naturalismo y el realismo. En su ensayo La novela moderna abogó por el realismo porque admitía la psicología de los personajes, tendencia que abrazó completamente en su novela El conspirador, que se leyó como severa crítica del régimen político de Nicolás de Piérola. Su novela Blanca Sol condenó el materialismo de aquel momento. Fue tan controversial que ofendió a su vieja maestra Gorriti quien era mucho más sutil en sus críticas de la sociedad. Como Clorinda Matto de Turner , Cabello fue muy poco comprendida en su época, el blanco de fuertes críticas de los críticos masculinos, como las de Juan de Arona. Falleció a consecuencia de la sífilis; que le fue contagiada por su propio esposo. Esta enfermedad le causó una parálisis progresiva, demencia y terribles llagas que le causaron la muerte. Lamentablemente, sus últimos años los pasó recluida en el Manicomio del Cercado de Lima hasta que falleció en 1909.


Daniel Becerra Ocampo
Fue otro esclarecido ciudadano que sin ser ileño se interesó por la problemática porteña. Y en mérito a su distinguida labor como educador y médico, el colegio más antiguo de la provincia de ilo lleva su nombre. Nació en Moquegua el 27 de abril de 1872, hijo de Don Daniel Becerra y Doña Cecilia Ocampo. Desde sus estudios primarios sobresale como buen alumno. Los secundarios los realiza en el Colegio Nacional La Libertad y en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe. Ingresó con notables calificativos a la Universidad Mayor de San Marcos, terminando los estudios de Medicina en 1898 y al año siguiente se gradúa de médico cirujano. Daniel Becerra, desechando ofrecimientos de trabajo en la capital, volvió a su tierra natal brindando sus servicios profesionales a sus paisanos, compartiendo su tiempo en la docencia en el Colegio Nacional La Libertad. Fue caritativo y mucha gente sin recursos económicos acudí­an a él sin ninguna retribución. Debido a esta encomiable labor, la entrega al trabajo y su espí­ritu de sacrificio la Beneficencia Pública de Moquegua en solemne ceremonia lo honro con el tí­tulo de Benefactor de Hospitales. Por el acierto curativo de sus prescripciones médicas, su mí­stica docente demostrando versada profundidad en sus clases y por la didáctica empleada en ellas sin ser pedagogo, hicieron del facultativo, durante varios lustros, el personaje central de la sociedad moqueguana. Propietario de la imprenta La Reforma desde 1907, en sus columnas y a través de sus sucesivos directores, hizo campaña por el resurgimiento de Moquegua y la solución de algunas de las necesidades que en todo tiempo han aquejado a este departamento. Se retiró de la docencia en 1933 después de más de 30 años de ejemplar labor, recibiendo un justo y emotivo homenaje del pueblo y de sus elementos más representativos. Sus últimos años los dedicó a la agricultura en su fundo Ocollita, en donde cumplí­a su tarea campestre. Pero, aquejado por una enfermedad y lejos de su tierra que amo tanto, fallece en Lima un 1 de agosto de 1947 a los 75 años de edad.


Carlos Alberto Velásquez  
Aunque no fue ileño, representa para la juventud porteña un digno ejemplo en reconocimiento a su destacada labor intelectual y docente. Carlos A. Velásquez nació en Moquegua el 5 de abril de 1898. Sus estudios de primaria y los tres primeros de secundaria los realizó en su tierra natal. Como miembro de un hogar de escasos recursos económicos gracias a su empeño y deseos de superación logró ingresar al Instituto Pedagógico Nacional de Varones de Lima, distinguiendose como un excelente estudiante, después de tres años opta el tí­tulo de Normalista ( profesor). Becado, viaja a los Estados Unidos para especializarse en Psicología, de regreso a Lima ejerce la docencia en Psicología hasta 1930 y en setiembre de ese año es designado Director del Instituto donde se forma. Con solo 32 años de edad asumí­a la dirección del primer centro de formación magisterial del país. En 1932 fundó el Colegio Modelo y en 1936 funda el Colegio Superior de igual prestigio que el anterior. Su mentalidad docente se hizo pensamiento escrito desde su llegada de los Estados Unidos en la Revista Peruana de Educación; además colaboró con profesionales, pensadores y profesores de notoriedad de esa época. Debido a su labor docente, recibió las Palmas Magisteriales, durante el gobierno de Odría; en ese mismo año fue nombrado Director de Educación Técnica en el Ministerio de Educación. Carlos A. Velásquez murió en la ciudad de Lima.


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